RESISTENCIA CIVIL POR MALVINAS
Una propuesta para todos los ciudadanos argentinos ante la nueva agresión británica en nuestras Islas Malvinas
La decisión británica de iniciar la exploración petrolera en aguas argentinas alrededor de Malvinas, con la instalación de la plataforma Ocean Guardian, constituye un salto cualitativo importante en la perseverante política de invasión británica al Atlántico Sur.
Aunque el tema parece sorprender a muchos formadores de opinión locales, la reflexión sobre el saqueo colonial de nuestros recursos petroleros en el Atlántico Sur por parte de la corona inglesa, lleva alrededor de cincuenta años, y fue uno de los motivos – no exclusivos-, de la guerra provocada por los EE.UU. y el Reino Unido en 1982, que culminó con la re-apropiación de nuestros archipiélagos, y con la instalación de la base militar de Monte Agradable en la Isla Soledad.
La corona inglesa, como parte asociada y representante operativa de un poder mundial que la incluye y excede, ha desarrollado desde finales de la década del ’60 del siglo pasado, numerosas investigaciones en la zona, destacándose los denominados Informe Griffiths (1975) e Informe Shackleton (1976). El primero, con participación de expertos y apoyo de entidades académicas británicas, enfocado a la evaluación de posibilidades de explotación hidrocarburífera en el área de los territorios colonizados, y el segundo, destinado a compilar el resultado de tres expediciones oceanográficas de la Armada británica, para efectuar sobre el área en disputa tareas de evaluación de recursos y potencial de desarrollo en materia de pesca, algas marinas y, especialmente, petróleo. También después de la guerra de 1982, el gobierno británico encomendó al parlamento otra investigación, conocida como Informe Kershaw, que abarcó tanto aspectos jurídicos e históricos, como geológicos y económicos.
Todos estos estudios determinaron las potencialidades hidrocarburíferas del área investigada, concluyendo que las reservas de la cuenca petrolera en la zona de nuestra plataforma continental alrededor de nuestras Islas Malvinas rondan los 60.000 millones de barriles de crudo. Razón suficiente –pero no única-, del mantenimiento del enclave colonial británico.
Ante esto, la República Argentina mantuvo sus reclamos diplomáticos con diversa intensidad, durante los sucesivos gobiernos de postguerra. Sin embargo, los acuerdos de Madrid y de Londres de 1990, supusieron el abandono del tratamiento de la situación colonial por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y la reanudación de las relaciones bilaterales, dejando bajo un “paraguas” la cuestión central de la soberanía sobre los archipiélagos australes.
El desarme material y espiritual de la Argentina, la reducción de la evaluación de las acciones armadas de 1982 a un mero episodio de la dictadura –sin comprender sus alcances políticos y estratégicos-, la desmalvinización aún vigente en términos educativos y culturales, así como la extranjerización de nuestros recursos económicos y naturales, han colocado al Estado argentino en una situación extremadamente vulnerable para afrontar sólo la nueva agresión pirata.
El Poder Ejecutivo Nacional, en tal sentido, sancionó el Decreto Nº 256, con el propósito de dificultar el abastecimiento marítimo de los operadores petroleros, obligando a las empresas navieras a declarar sus movimientos en la zona. Y, aunque resulte de difícil implementación -por la desarticulación del sistema de Defensa Nacional-, resulta en una clara advertencia para aquellos que deseen comerciar regularmente con nuestro país.
Creemos que la acción colectiva y pacífica de la comunidad nacional puede ofrecer una efectiva contribución al fortalecimiento de las capacidades de nuestro país para enfrentar el saqueo de nuestros recursos naturales por parte del agresor británico.
En total coherencia con los esfuerzos políticos y diplomáticos realizados por el Gobierno Nacional, cada uno de nosotros puede ejercer una resistencia pacífica, perjudicando sus intereses económicos en la Argentina continental y, -de transformarse las declaraciones en acciones concretas-, también en los restantes países suramericanos. Se trata, básicamente, de encarecer la operatoria de las empresas petroleras británicas que comenzaron a explorar nuestros mares, medida que se enmarca en nuestra Constitución Nacional, cuando afirma que “La Causa de la recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía…constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino” .
En consecuencia, los ex soldados combatientes en Malvinas e Islas del Atlántico Sur, y los ciudadanos comprometidos con la Causa de recuperación de nuestra soberanía sobre los archipiélagos y la Argentina toda, convocamos a todos los argentinos y argentinas, sin distinción de ninguna naturaleza, a sumarse a las acciones de resistencia civil que a continuación proponemos:
1.- Peticionar al Poder Ejecutivo Nacional, gestione ante el gobierno de la República de Chile, la interrupción de los vuelos que realiza semanalmente la empresa LAN a nuestras Islas Malvinas, hasta tanto se revierta la agresión unilateral británica.
2.- Iniciar acciones de difusión y esclarecimiento a la ciudadanía ante las oficinas de LAN y en la vía pública, sobre la necesidad de la interrupción de las comunicaciones aéreas a las Islas, como medida básica, indispensable y complementaria a las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional respecto a las comunicaciones marítimas, para encarecer los costos operativos de los británicos en la exploración petrolera y posterior saqueo de nuestros recursos.
3.- Evaluar la realización de boicot económico a los productos y empresas británicas que operan en territorio continental argentino.
4.- Peticionar ante las representaciones diplomáticas de los países suramericanos que se sumen activamente al bloqueo naval y aéreo a las Islas y, eventualmente, que sus respectivas comunidades acompañen las medidas de boicot económico a los productos y empresa británicas que operen en sus mercados.
5.- Evaluar la realización de manifestaciones de protesta pacífica frente a la plataforma Ocean Guardian, con incursión de naves civiles, para difundir la posición argentina en el escenario internacional.
lunes, 15 de marzo de 2010
Fecha: jueves, 11 de marzo de 2010, 19:01
Los Acuerdos de Madrid y la deuda externa Argentina
Los Acuerdos de Madrid —que nunca tuvieron tratamiento parlamentario— fueron negociados por Dante Caputo durante el gobierno del Dr. Alfonsín. En octubre de 1989, fue el ministro de Relaciones Exteriores del primer gobierno del Dr. Menem, el Dr. Domingo Felipe Cavallo, quien finalmente rubricó los Acuerdos que había negociado su predecesor.
Funcionarios argentinos dicen que negociar los Acuerdos de Madrid fue una obligación impuesta por las potencias mundiales para que la Argentina pudiera volver a tomar deuda. Según estos funcionarios para entrar al “sistema financiero internacional” había que entrar al “banco”; y que para entrar al “banco” había que arreglar con quien “abría la puerta del banco”, es decir, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
No se sabe con precisión qué se negoció durante la gestión de Caputo y luego garantizó Cavallo: solo se conocen los aspectos públicos de aquellos Acuerdos de octubre de 1989 y febrero de 1990. Recordemos que en octubre de 1989 en Madrid, los ingleses dirigidos por Tickell decían que podían pedir lo que quisieran porque la delegación argentina se los otorgaría. Así nos fue.
La investigación de la deuda podría abrir esta caja de Pandora que esconde los enguajes secretos de los Acuerdos de Madrid: su investigación podría arrojar luz sobre los pagos a Gran Bretaña durante todos estos años y en concepto de qué se realizaron.
La Dra. Cristina Fernández de Kirchner se niega bajo todo concepto a investigar la deuda, como siempre se negó su esposo, el Dr. Kirchner. También se niega a retirar del nuevo canje de deuda promovido por su gobierno al banco inglés Barclay, asesor de los fondos buitres y del gobierno argentino al mismo tiempo, y que tiene inversiones en la petrolera Desire Petroleum que trajo la plataforma Ocean Gaurdian a Malvinas, como denunció oportunamente el Ing. Mario Cafiero.
El Dr. Néstor Kirchner antes de asumir la presidencia, en el único reportaje que otorgó y que realizó Torcuato Di Tella, dijo que la deuda era legítima y por lo tanto esta debía pagarse. Su sonsonete es que la deuda fue legitimada por el Parlamento en varias oportunidades.
Apenas asumió el gobierno el Dr. Krichner, recibió de organizaciones sociales el fallo del Juez Ballestero pero no lo aceptó: lo derivó a Lavagna, que es como derivar a un pollito a la cueva de un zorro hambriento. Muchos recordamos la enorme decepción que invadió al Dr. Norberto Acerbi, presidente del Foro Argentino de la Deuda Externa e íntimo colaborar de Don Alejandro Olmos, cuando aquella actitud del Dr. Kirchner dejó en claro cuál habría de ser su comportamiento sobre el tema de la deuda externa: poco después sobrevino el megacanje kirchnerista festejado con bombos y platillos, y más tarde el escandaloso pago al FMI presentado como un logro “nacional y popular”. Ahora su esposa, la Dra. Fernández de Kirchner prepara otro canje de deuda para beneficio de la usura internacional y nacional de la mano del banco Barclays y con el respaldo de la Secretaria de Estado Hillary Clinton. Así nos irá.
Bicentenario de la Revolución de Mayo
1810 - 25 de Mayo - 2010
FORO PATRIOTICO Y POPULAR
Recuperar el patrimonio nacional; establecer la soberanía popular; garantizar la independencia argentina.
Av. Caseros 828, P.: 1º, Depto: 3 - CP: 1152. Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina
Los Acuerdos de Madrid y la deuda externa Argentina
Los Acuerdos de Madrid —que nunca tuvieron tratamiento parlamentario— fueron negociados por Dante Caputo durante el gobierno del Dr. Alfonsín. En octubre de 1989, fue el ministro de Relaciones Exteriores del primer gobierno del Dr. Menem, el Dr. Domingo Felipe Cavallo, quien finalmente rubricó los Acuerdos que había negociado su predecesor.
Funcionarios argentinos dicen que negociar los Acuerdos de Madrid fue una obligación impuesta por las potencias mundiales para que la Argentina pudiera volver a tomar deuda. Según estos funcionarios para entrar al “sistema financiero internacional” había que entrar al “banco”; y que para entrar al “banco” había que arreglar con quien “abría la puerta del banco”, es decir, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
No se sabe con precisión qué se negoció durante la gestión de Caputo y luego garantizó Cavallo: solo se conocen los aspectos públicos de aquellos Acuerdos de octubre de 1989 y febrero de 1990. Recordemos que en octubre de 1989 en Madrid, los ingleses dirigidos por Tickell decían que podían pedir lo que quisieran porque la delegación argentina se los otorgaría. Así nos fue.
La investigación de la deuda podría abrir esta caja de Pandora que esconde los enguajes secretos de los Acuerdos de Madrid: su investigación podría arrojar luz sobre los pagos a Gran Bretaña durante todos estos años y en concepto de qué se realizaron.
La Dra. Cristina Fernández de Kirchner se niega bajo todo concepto a investigar la deuda, como siempre se negó su esposo, el Dr. Kirchner. También se niega a retirar del nuevo canje de deuda promovido por su gobierno al banco inglés Barclay, asesor de los fondos buitres y del gobierno argentino al mismo tiempo, y que tiene inversiones en la petrolera Desire Petroleum que trajo la plataforma Ocean Gaurdian a Malvinas, como denunció oportunamente el Ing. Mario Cafiero.
El Dr. Néstor Kirchner antes de asumir la presidencia, en el único reportaje que otorgó y que realizó Torcuato Di Tella, dijo que la deuda era legítima y por lo tanto esta debía pagarse. Su sonsonete es que la deuda fue legitimada por el Parlamento en varias oportunidades.
Apenas asumió el gobierno el Dr. Krichner, recibió de organizaciones sociales el fallo del Juez Ballestero pero no lo aceptó: lo derivó a Lavagna, que es como derivar a un pollito a la cueva de un zorro hambriento. Muchos recordamos la enorme decepción que invadió al Dr. Norberto Acerbi, presidente del Foro Argentino de la Deuda Externa e íntimo colaborar de Don Alejandro Olmos, cuando aquella actitud del Dr. Kirchner dejó en claro cuál habría de ser su comportamiento sobre el tema de la deuda externa: poco después sobrevino el megacanje kirchnerista festejado con bombos y platillos, y más tarde el escandaloso pago al FMI presentado como un logro “nacional y popular”. Ahora su esposa, la Dra. Fernández de Kirchner prepara otro canje de deuda para beneficio de la usura internacional y nacional de la mano del banco Barclays y con el respaldo de la Secretaria de Estado Hillary Clinton. Así nos irá.
Bicentenario de la Revolución de Mayo
1810 - 25 de Mayo - 2010
FORO PATRIOTICO Y POPULAR
Recuperar el patrimonio nacional; establecer la soberanía popular; garantizar la independencia argentina.
Av. Caseros 828, P.: 1º, Depto: 3 - CP: 1152. Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina
A I C A – BAIRES – SERVICIO NACIONAL – 10 DE MARZO DE 2010
La Patria es un don, la Nación una tarea
Declaración de la 155º Comisión Permanente del la Conferencia Episcopal Argentina
1. La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males. La situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes. También nosotros, como pastores, nos sentimos interpelados por esta situación y no nos excluimos del examen de conciencia que se debe hacer.
2. La que sufre es la Nación toda; no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales. “Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social”1 . La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común.
3. Si toda la Nación sufre, más duramente sufren los pobres. Este es un reclamo del cual nos volvemos a hacer eco, porque se trata de una deuda que sigue vigente, y que se lee “en los rostros de miles de hermanos que no llegan a vivir conforme a su dignidad de hijos de Dios”2 . Por ello, es el momento de privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales de nuestro pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona humana, de la familia y de la sociedad.
4. La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria.
5. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre”3 . Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.
155º Comisión Permanente
Buenos Aires, 10 de marzo de 2010
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Agencia Informativa Católica Argentina
Bolívar 218, 3er. piso, 1066 Buenos Aires,
Tel. 4343-4397 (líneas rotativas) - Fax: 4334-4202
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La Patria es un don, la Nación una tarea
Declaración de la 155º Comisión Permanente del la Conferencia Episcopal Argentina
1. La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males. La situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes. También nosotros, como pastores, nos sentimos interpelados por esta situación y no nos excluimos del examen de conciencia que se debe hacer.
2. La que sufre es la Nación toda; no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales. “Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social”1 . La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común.
3. Si toda la Nación sufre, más duramente sufren los pobres. Este es un reclamo del cual nos volvemos a hacer eco, porque se trata de una deuda que sigue vigente, y que se lee “en los rostros de miles de hermanos que no llegan a vivir conforme a su dignidad de hijos de Dios”2 . Por ello, es el momento de privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales de nuestro pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona humana, de la familia y de la sociedad.
4. La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria.
5. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre”3 . Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.
155º Comisión Permanente
Buenos Aires, 10 de marzo de 2010
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